•PLAN PARA CONTROL,PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO •
PLAN PARA CONTROL, PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LEGIONELLA
◦ legionella ◦
IMPORTANCIA DE UN PLAN DE CONTROL, PREVENCIÓN y TRATAMIENTO
Diagnótico INICIAL
Para poder realizar un plan de prevención y tratamiento adecuado el centro, lo primero es conocer la instalación.
PLAN de MEJORAS
Establecer mejoras a realizar en la instalación, priorizarlas y organizarlas para llevarlas a cabo.
PLAN PREVENCIÓN
Tener un plan de prevención con protocolos y procedimientos a seguir día a día es clave.
PROTOCOLO de EMERGENCIA
Saber qué hacer y cómo actuar es lo que puede evitar un problema mayor.
¿Qué es la LEGIONELLA?
La Legionella es una bacteria presente en todo el mundo, perteneciente a la familia Legionellaceae, que normalmente forma parte de la flora bacteriana de aguas superficiales, como lagos, ríos y estanques. Se trata de una bacteria muy resistente en su hábitat natural, capaz de sobrevivir en condiciones físico-químicas muy variadas. Aunque en su medio natural suele encontrarse en bajas concentraciones, a temperaturas de 20 a 45 grados se multiplica con rapidez -su temperatura óptima de crecimiento es de 35 a 37 grados-.
Por este motivo, puede encontrar condiciones óptimas para su reproducción y diseminación si llega a los sistemas de abastecimiento y distribución de agua de las grandes ciudades. A través de ellos, puede alcanzar instalaciones como los sistemas de agua caliente sanitaria, sistemas de agua climatizada, torres de refrigeración, centrales humidificadoras industriales, fuentes ornamentales y jacuzzis, cisternas de agua fría o caliente, sistemas de instalación interior de agua fría para el consumo humano como tuberías (especialmente en aquellas con flujo de agua escaso o inexistente), sistemas de riego o de agua contra incendios, etc.
Algunas de las anteriores instalaciones pueden, además, facilitar el estancamiento de agua y la acumulación de lodos y otras sustancias (como incrustaciones y corrosión presentes en las tuberías), que forman una biocapa, la cual, junto a la temperatura, constituye otro de los factores que contribuyen a que se reproduzca y prolifere la Legionella.
Conceptos básicos
En la actualidad, todavía no se conoce con exactitud la cantidad de bacterias necesarias para producir la infección en la persona, aunque se piensa que, posiblemente no es muy elevada en personas vulnerables. La probabilidad de desarrollar la enfermedad depende, por un lado, de la concentración de bacterias en el foco infeccioso y de su dispersión a través de aerosoles, y por otro lado, de factores que tienen que ver con la persona (edad, enfermedades asociadas, por ejemplo) y de la cepa de Legionella causante de la infección (hay tipos más virulentos que otros). La mayoría de las personas expuestas no enferman.
La forma más frecuente de transmisión es por inhalación: los depósitos contaminados existentes en las distintas instalaciones de agua pueden dispersar en el aire gotas de agua que contienen la bacteria y cualquier persona expuesta puede respirar estas gotitas. De esta manera, la Legionella llega a su aparato respiratorio. También hay que saber, que, habitualmente, la legionelosis no se transmite de persona a persona, ni de animales a personas, ni por beber agua o ingerir alimentos contaminados.
Igualmente, la bacteria puede transmitirse por aspiración de agua potable contaminada, es decir, cuando agua o hielo contaminados acceden al aparato respiratorio (bronquios) en vez de al aparato digestivo. Esta forma de infección es más frecuente en el ámbito hospitalario y especialmente afecta a personas que, por alguna causa, presentan un bajo nivel de conciencia, como aquellos bajo el efecto de intoxicación alcohólica, que toman fármacos sedantes o presentan enfermedades que les conducen a la somnolencia y el letargo.
¿A quién afecta la legionelosis?
¿A quién afecta?
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Europa, Australia y Estados Unidos, se detectan aproximadamente de 10 a 15 casos de legionelosis por cada millón de habitantes. Entre un 75% y un 80% de todos los casos notificados se trata de personas mayores de 50 años, mientras que entre el 60% y el 70%, son hombres.
En España, de acuerdo con el “Informe de la situación de la legionelosis en España en 2015”, publicado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica Centro Nacional (RENAVE), ese año se notificaron 1.310 casos de legionelosis, 380 casos más que en 2014 (930 casos). La incidencia en hombres en 2015 fue 2,6 veces superior a la de la mujer, proporción que se mantiene desde 2010.
Sintomas
SINTOMAS
El periodo de incubación de esta enfermedad, cuya gravedad puede variar en gran medida de un caso a otro, es de dos a diez días. Si no se trata a tiempo, puede llegar a causar la muerte.
- Entre los síntomas más comunes, se encuentran:
- Malestar general, decaimiento, pérdida de apetito y letargo.
- Dolor de cabeza (cefalea).
- Fiebre (que con mucha frecuencia es alta), escalofríos y temblores.
- En algunos casos, dolor articular y muscular.
- Tos, que puede ser seca o con moco. En este segundo caso, en ocasiones, las flemas pueden ser expectoradas con sangre.
- Problemas para respirar.
- Dolor en el tórax.
- Diarrea, nauseas, vómitos y dolor abdominal.
- Problemas de equilibrio.
- Confusión o alteración del estado de conciencia.
- Malestar general, decaimiento, pérdida de apetito y letargo.
- Dolor de cabeza (cefalea).
- Fiebre (que con mucha frecuencia es alta), escalofríos y temblores.
- En algunos casos, dolor articular y muscular.
- Tos, que puede ser seca o con moco. En este segundo caso, en ocasiones, las flemas pueden ser expectoradas con sangre.
- Problemas para respirar.
- Dolor en el tórax.
- Diarrea, nauseas, vómitos y dolor abdominal.
- Problemas de equilibrio.
- Confusión o alteración del estado de conciencia.
Diferentes tratamientos preventivos
LIMPIEZA
Uso de desincrustantes y desengrasantes
HIPER CLORACIÓN
Hiperclorar toda la instalación.
ALTA TEMPERATURA
Tratamiento choque anti-Legionella
LIMPIEZA DEPÓSITOS
Limpieza en depósitos agua fría y agua caliente.
Preguntas frecuentes
Se utilizan principalmente cultivos microbiológicos, que permiten aislar y contar las colonias de Legionella en muestras de agua. También se emplea la PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para detectar el material genético de la bacteria, lo que proporciona resultados más rápidos y precisos.
Los métodos más comunes incluyen el uso de cloro a concentraciones adecuadas, bióxido de cloro y ozono, que son desinfectantes eficaces. El tratamiento térmico, elevando la temperatura del agua a 70°C durante al menos 30 minutos, también es muy efectivo para eliminar la bacteria.
Para sistemas con riesgo moderado a alto (como hospitales o instalaciones donde hay personas vulnerables), se recomienda un monitoreo trimestral. En sistemas de bajo riesgo, puede ser suficiente realizarlo anualmente. Sin embargo, cualquier cambio en el sistema o un brote anterior puede requerir un aumento en la frecuencia.
Mantener el agua caliente por encima de 60°C y el agua fría por debajo de 20°C es crucial. Además, es importante realizar limpieza y desinfección regular de torres de enfriamiento, sistemas de agua caliente sanitaria y otros puntos críticos. También se deben evitar estancamientos de agua.
Al detectar un brote, se deben notificar las autoridades sanitarias inmediatamente. Se implementan medidas correctivas urgentes, como aumentar la temperatura del agua o desinfectar el sistema. También se realiza un seguimiento exhaustivo para identificar y proteger a las personas expuestas.